jueves, 29 de mayo de 2014

Los beneficios del agua mineral natural



El agua mineral natural presenta unas características que la hacen única. Procede del agua de lluvia o nieve que drena la tierra y que viaja durante un periodo de tiempo, que puede llegar a ser de miles de años, hasta el acuífero en el que permanece libre de la polución ambiental. Es, por tanto, agua pura en origen, bacteriológicamente sana y con una composición constante en minerales y otros componentes que pueden resultar beneficiosos para la salud.

Dependiendo del tipo de roca por la que discurran, la profundidad del acuífero o el tiempo de permanencia en el subsuelo, cada agua mineral natural presenta una composición en minerales y oligoelementos constante y única. Estos componentes pueden resultar beneficiosos para la salud y cada consumidor puede elegir la que mejor se adapte a sus necesidades, teniendo siempre la certeza de que el agua elegida le aporta siempre los mismos componentes. Es decir, sabiendo siempre lo qué está bebiendo.
El agua mineral natural llega al consumidor tal como brota del manantial. En su proceso de envasado se siguen unos rígidos protocolos con el fin de asegurar que su pureza original se mantenga inalterable, ayudando a conservar todas sus propiedades y características naturales. Es por ello por lo que estas aguas no necesitan ningún proceso adicional de depuración en el hogar. Son tan puras que ni siquiera es necesario hervirlas para preparar los biberones de los más pequeños.
El agua mineral natural es, en definitiva, una opción natural y sana para mantener una correcta hidratación. Lo es por su origen, cien por cien natural; por su composición constante; porque no incorpora ni necesita tratamiento de desinfección para su consumo y porque contribuye a mantener unos hábitos de vida saludables dentro de la alimentación diaria.
Es muy importante señalar que las aguas envasadas, al tener una composición química constante y característica, están obligadas por ley a indicar su origen y composición en su etiquetado, lo que facilita al consumidor la elección del agua que más se adecúa a las necesidades de su salud de acuerdo a los minerales que incorpore:
• Sodio: importante para regular la tensión de los tejidos, balance hídrico y la sensibilidad y contracciones musculares.
• Cloruros: regulan, junto con el Sodio, el ba
lance hídrico y forman un constituyente del jugo gástrico fundamental para una correcta digestión.
• Potasio: regula el balance hídrico, funciones musculares, funciones nerviosas y reacciones ácido/base.
• Calcio: indispensable para el desarrollo de los huesos y dientes, así como para la coagulación y el envío de impulsos nerviosos a las células musculares.
• Fósforo: al igual que el Calcio, el Fósforo es un constituyente vital de huesos y dientes, así como un ingrediente indispensable para las enzimas. Ayuda a producir energía y es la estructura de los ácidos nucleicos.
• Magnesio: envía los impulsos nerviosos a las células musculares, mantiene los procesos metabólicos normales y actúa en numerosas funciones metabólicas. Activa enzimas para suministrar energía.
• Bicarbonatos: facilitan la difestión.
• Hierro: participa en la formación de glóbulos rojos y permite a la sangre la absorción y transporte del oxígeno.
• Zinc: vital para la división celular, cicatrización de heridas y el crecimiento.
• Yodo: participa en los procesos metabólicos de las hormonas tiroideas.

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